No voy a entrar en la talla y grosor del ..."ejem" de Chase xDD solo decir que ya que la encargada era yo de describir si le dolía o no y sumado a lo que dice Destr de que algunos reptiles la tienen muy fina, que si no he descrito tampoco mucho la preparación de Jack etc es porque me parecia un poco...vulgar por decirlo de alguna forma describir todo el proceso ya que está escrito por encima. Si no quedaría muy pornográfico, así que allá la imaginación de a cada uno y el grado de dolor que quiera añadirle a Jack, caras que quiera que ponga durante el proceso etc XDD
- Citación :
- por todo lo demás perfecto como siempre, espero que decidan conversar así más de seguido, quisiera ver que tan to hace jack por "madurar " y ser un buen esposo para chase xD
Hablamos muy seguido así, solo que suele ser más con death note.
Por cierto decir que yo de Duelo Xiaolin he visto capitulos sueltos asi que en algunas cosas de la serie me pierdo, perdón si me equivoco en algunas cosas el Chack es una pareja que me gusta leer pero de la cual es la primera vez que escribo U.U
Y Bueno despues del royazo pongo el capitulo dos del Fic
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Capitulo 2Chase meditaba en el patio, a medio metro del suelo en posición de loto. A su alrededor, un jardín se extendía, y sus siervos descansaban al sol. La fuente burbujeaba y solo se oía el viento y el agua cristalina. El liquido elemento danzaba y reflejaba la luz, ayudando a la meditación.
No como los dos ojos rojos que Chase sabía demasiado cerca de su rostro a pesar de tener los ojos cerrados y que su dueño aguantara la respiración.
–¿Qué quieres, Spicer? –hacia casi un mes que lo había llevado allí y que había reunido toda su paciencia disponible para enseñarle algo a aquel cabeza hueca.
–Observarte –respondió con una enorme (Y infantil, porque no admitirlo) sonrisa que abarcaba casi toda la mitad inferior de su rostro.
Chase abrió los ojos, clavando los suyos dorados en los rojos con intensidad.
–Spicer ¿Conoces acaso la función de la meditación? –le preguntó mientras posaba los pies en el suelo.
–Sí, claro...¿Meditar?
Una vena se hinchó en la frente de Chase, pero aún así se controló.
–Bien Spicer... Medito, porque es la manera de encontrar mi centro. Es una manera de entrenar la mente. Cosa que, por cierto, no te vendría nada mal.
– … –"Pero es aburrido" Aunque el pelirrojo asintió y se colocó en la posición del loto a su lado para intentar meditar con el, obviamente desde el suelo. Se había propuesto madurar para poder llegar a tener una verdadera relación con Chase.
El dragón reprimió un suspiro y se sentó frente a él en el suelo.
–Bien, Spicer. Relajate.
El pelirrojo inspiró y espiró aire repetidas veces, notando como sus pulmones se expandían y contraían y su cuerpo se calmaba poco a poco.
"Bueno, va bien..." pensó el dragón para sí.
–Deja la mente en blanco –le indicó.
Eso ya era más complicado desde hace un mes cada vez que Jack intentaba dejar la mente en blanco aparecían imágenes de él y de Chase juntos. Algunas ficticias y otras no tanto.
Chase empezó a levitar a pocos centímetros del suelo, esperando que esa vez Jack lograra por lo menos relajarse.
Lo único que el pelirrojo consiguió fue excitarse con tanta imagen feliz y erótica de ellos dos.
No es que no pusiera empeño, es que era demasiado joven y su mente demasiado calenturienta como para que pudiera centrarse. Interiormente tenía una bomba de hormonas y sentimientos que hacían que fácilmente olvidara todo lo demás.
–Spicer... no tienes remedio.
–L-lo siento...voy a darme una ducha de agua fría...y volveré a intentarlo.
–No es necesario –Chase se levantó y pasó caminando tranquilamente a su lado.
"...En verdad soy un inútil..."
–Vamos Spicer. Vamos a intentar una cosa.
El pelirrojo asintió y se levantó para seguirlo.
El inmortal le llevó a una sala donde Jack jamas había estado. Una enorme, gigantesca, biblioteca.
La boca de Jack formó una O enorme mientras contemplaba maravillado la inmensa cantidad de libros que tenía ante sí. No se imaginó nunca que el inmortal pudiera poseer tantos libros y a simple vista se notaba que eran todos de diferentes siglos y temáticas.
El dragón le guió hasta la sección de magia. Había intentado enseñarle a centrarse, pero ya no había más tiempo para eso. Tendría que aprender a defenderse sin saber tener la cabeza fría. Enseñarle magia demoníaca a Jack Spicer ¿Había algo más peligroso? Y ni si quiera era magia propia, el adolescente tendría que usar magia "prestada" por el mismo.
Jack lamentó no poder echar un ojo a los libros de química, ni a los de física cuántica, ni a los de matemáticas...No, no debía pensar en eso, tenia que centrarse en lo que Chase le decía. Parecía muy interesado en que aprendiera algo de aquello, y tenía que demostrarle que si podía, y sobretodo que quería aprender. Cosa que por otra parte era totalmente cierta. Vivir con Chase y poder observarle a diario había hecho que su respeto por la sabiduría y forma de ser de oriental aumentara.
El inmortal le entregó un libro antiguo, más que el propio Chase.
–Empezaremos con esto, Spicer.
–...No entiendo este idioma...
–No te preocupes. Yo sí.
–Lamento que tengas que perder tanto tiempo conmigo. –dijo el pelirrojo entristecido mientras bajaba la cabeza.
–Entonces haz que merezca la pena y que no sea tiempo perdido.
–Sí –dijo alzando de nuevo la cabeza; mirándole con adoración y esperando las lecciones que fuera a darle.
Chase asintió y fueron a otra sala, completamente vacía. De nuevo el inmortal se sentó en el suelo y le indicó a Jack que se sentara frente a él. Pero esta vez no tenía intención de meditar.
Despacio Jack se sentó ante el, abriéndose un poco la larga gabardina que llevaba para poder cruzar las piernas en condiciones.
Chase empezó con la explicación, serio, muy serio. Aquello era importante, vital que lo aprendiera. Y se lo dejo muy claro, insistiendo en ello varias veces
Jack le miraba fijamente y escuchaba en silencio todo lo que le decía, estaba acostumbrado a verle serio pero no hasta ese punto. Por lo que realmente debía ser muy importante. además merecía la pena escuchar, era sumamente interesante, y porque no decirlo, complicado.
Una vez explicada la teoría, pasaron a la práctica. Confiaba en que Spicer fuera capaz de avanzar íntimamente en el tiempo que tenían.
Lo que Chase no podía negar era que el pelirrojo estaba esforzándose más que nunca esa vez. Aunque tenía dotes nulas para manejar magia.
Los días siguientes, el inmortal realmente puso todo de su parte por que Jack aprendiera algo, inútilmente. En la última sesión finalmente se fue, con la decepción claramente reflejada en su rostro. Los dos días siguientes, Jack no vio al inmortal.
Jack estaba comenzando a deprimirse a pesar de todo durante la ausencia de Chase el seguía intentando conseguir hacer algo de lo que había intentado enseñarle aquellos días. Que Chase no estuviera en parte era una ayuda, ya que su nivel de hormonas bajaba considerablemente y consiguió una concentración mayor dando algo más de rendimiento. Además estaba consiguiendo hacer meditación durante periodos cortos de tiempo, quería que cuando el inmortal volviera contemplara que había hecho algún progreso...que valía para algo...que no estuviera decepcionado con él.
Al tercero, Chase le mando llamar. Estaba sentado en su trono, con un tazón de sopa lao-mao entre las manos y una mirada terriblemente seria en los ojos.
Jack acudió intimidado a la llamada y se quedó frente a él en silencio. ¿Qué estaba pasando para que estuviera así de serio?
–Spicer, creo que sera mejor que vuelvas a tu casa.
– … Entiendo.
"Te estorbo..."
–No eres un guerrero, tampoco eres capaz de manejar la magia que yo te cedí. No puedo enseñarte nada.
–No es verdad...he hecho progresos estos días...--"A quien quiero engañar, eso no es suficiente...." –Lo siento, recogeré mis cosas y me iré sin molestar... – "No te enfades...por favor..."
–Enseñámelo.
Jack negó con la cabeza. Había hecho progresos el solo, pero con Chase delante seguía sin poder concentrarse como debía. era mejor que se fuera y no le hiciera perder más el tiempo. Por lo serio que estaba sin duda tenia asuntos importantes de los que ocuparse.
–No te lo estaba pidiendo, Spicer.
La dureza en la voz de Chase que indicaba que aquello era una orden le provocó un escalofrió. Bajó más la cabeza y se quedó en silencio unos minutos afinando su concentración para no fallar...o al menos para que quedara una prueba de que si había hecho alguna mejora. Tenía que olvidarse de que el dragón estaba ante él, de que estaba siendo evaluado.
"Esta es mi única oportunidad...si lo hago bien no estará tan decepcionado"
Se armó de valor repitiéndose eso varias veces mentalmente y finalmente inició la demostración.
–Es cierto, has mejorado –admitió el dragón cuando terminó, pensativo. ¿Debía dejar que se quedara? ¿O era mejor que le mandara de vuelta a casa?
–Sí...pero se que no lo suficiente... –admitió el joven que en esos momentos estaba totalmente en rol de discípulo obediente.
–Tienes razón. No suficiente. Pero es culpa mía. –admitió–. Debí suponer que aprenderías mejor por ti mismo. Al fin y al cavo, todo lo que sabes sobre robots lo aprendiste tu solo.
Levantó la cabeza y le miró sorprendido. De algún modo...¿Le estaba alabando? Su faceta inmadura salió a flote cuando sus ojos se convirtieron literalmente en corazones y junto ambas manos a la altura del pecho mientras temblaba de felicidad.
Ante aquella reacción, Chase adoptó una expresión de desagrado. Se levantó del trono.
–Te traduciré el libro.
–Gracias –dijo volviendo en sí.
–De nada, Spicer. Sera mejor así. Espero mucho de ti.
"¿De verdad?" pensó emocionado.
–Intentaré dar lo mejor de mí.
–Más te vale Spicer, por ambos.
–¿Puedo preguntarte algo?... –dijo tímidamente.
–Adelante.
–¿Por qué?...Quiero decir...nunca has querido enseñarme nada, ni has tenido paciencia y de aquí a hace un mes estás mas serio que nunca...y quieres que aprenda...además me pasaste parte de tú magia...no lo entiendo- Durante esos tres días había pensado mucho en aquello sin hallar ninguna respuesta lógica. Y era obvio que Chase nunca había estado locamente enamorado de él y haciéndose el duro...simplemente le veía realmente como algo inútil que no merecía poco o nada de su tiempo.
–Siempre me has atraído, Spicer –contestó el inmortal con simplicidad–. Solo esperaba a que maduraras y dejaras de ser el niño mimado que eres en estos momentos. A que te convirtieras en adulto. Pero me temo que no hay tiempo para ello.
–… ¿No hay tiempo para ello? ¿A qué te refieres? –preguntó temeroso de oír la respuesta. Sonaba como si fuera a morir pronto.
–Una gran amenaza se acerca, Spicer. –contestó Chase muy serio–. Una que tal vez ni si quiera yo pueda vencer. Al menos no solo. Por eso es todo esto. Tal vez llegue el momento en el que no pueda protegerte inmediatamente, así que debes ser capaz de por lo menos resistir.
Con aquella respuesta palideció quedándose estático donde estaba. Comenzaba a pensar que Chase le estaba sobre valorando...pero si ni siquiera podía con los monjes xiaolines en aquellos duelos absurdos...¿Cómo iba a poder ayudarle a él contra una gran amenaza?
–Quiero que vallas al próximo duelo, Spicer, y que venzas el duelo y traigas el wu –le ordenó el inmortal, sin dejar ni una oportunidad a protesta– Si lo consigues, demostraras que de verdad puedes ayudarme. Si no, sera mejor que vuelvas a tu casa y te quedes allí. Por lo menos estarás a salvo.
–Entendido –dijo sin más– me prepararé para el duelo y partiré de inmediato.
–Bien Spicer. Te estaré esperando.
El pelirrojo salió de allí convencido en ganar. Rubiera miedo o no quería seguir al lado de Chase, no era un motivo noble, pero era un motivo y para alguien con su cobarde personalidad ya era más que suficiente si le hacía seguir adelante. Cogió alguno de sus inventos y su helibot para irse cuanto antes. Tenía que conseguir aquel wu fuera como fuese.
Chase observó todo a través de uno de los cuervos que seguían al pelirrojo. Si Spicer realmente era capaz de vencer en un duelo con lo que había aprendido, entonces podría continuar enseñándole. Si no más le valía mantenerlo al margen para que no le molestara.
El pelirrojo sobrevolaba la zona siguiendo las indicaciones del buscador de wus que había creado anteriormente, con eso no tendría problemas en encontrarlo y posiblemente cogerlo primero, pero con la cantidad de shen gon wus que tenían ya los monjes no tardarían en aparecer cuando lo encontraran eso suponiendo que no llegaran antes que él.
Como suponía, en unos minutos tanto los monjes Xiaolin como él encontraron el wu al mismo tiempo, en lo alto de un árbol.
Se lanzó a cogerlo veloz, para esperar que como siempre alguno de ellos iniciara el duelo. Estaba concentrado en ganar aquello. Podía hacerlo.
El "afortunado" fue Omi, que agarró el objeto mágico al mismo tiempo que el adolescente.
–Jack Spicer ¡Prepárate para una humillante derrota!
–No esta vez cabeza de limón.
-¡Te reto a un duelo xiaolin! ¡La prueba sera una carrera de obstáculos!
–¡Acepto!
–Bien ¡Entonces será mi ojo de Dashi contra tu bastón del mono!
Pronto el escenario cambió grotescamente haciendo un verdadero campo de obstáculos. Iba a estar complicado ya que la velocidad era una de las cualidades del arrollador dragón del agua, pero tenía que concentrarse y esforzarse todo lo que pudiera. Además había mejorado mucho su helibot aumentándole la velocidad. Con eso, y usando lo que había aprendido tenía algunas posibilidades de poder ganar.
Después del reglamentario "gon-yi-tam-pai" los dos rivales se lanzaron a la carrera, Omi siendo animado por sus compañeros y Jack siendo observado por el cuervo.
Aprovechó que estaba en el aire para usar lo que había aprendido, entre otras cosas modificar la superficie del terreno, si empeoraba los obstáculos que Omi debía superar el podría sacar una ventaja relativa. Se concentró y el enorme campo de espinos que debían atravesar ambos cobró "vida" enredándose en los pies de Omi, era algo infantil pero efectivo, ya que le entorpecía el paso cada dos por tres permitiendo que Jack se adelantara. Era un escenario extenso, más de lo que el pelirrojo estaba acostumbrado a ver. No podía usar demasiado la magia o se fatigaría enseguida.
Al final el pequeño y cabezón monje usaba su elemento para terminar con el obstáculo, aunque Jack ya le había sacado bastante ventaja. Ninguno de los allí presentes pensó que Jack pudiera ser el causante de aquello. En su ciudadela, Chase sonrió.
El pelirrojo dejó la magia a un lado hasta llegar a la recta final donde ya casi veía la meta, estaba lleno de golpes y arañazos por los casi insalvables obstáculos y tenía a aquél cabezón pisándole los talones. Debía hacer algo más...¿Pero cómo podía aplicar la magia para sacar ventaja?...calor...podía producirlo...lo último era un gran muro que había que trepar...y su helibot ya no daba más de sí...pero...¿Y si calentaba la roca a su paso? No sabía hasta donde llegaba la resistencia de Omi con el calor pero tenía que intentarlo.
Se concentró y escaló el muro la mayor parte del tiempo con los ojos cerrados haciendo que la roca literalmente ardiera a su paso, incluso los helechos y plantas aferrados a la piedra se secaban y algunos salientes se resquebrajaban cayendo al vacío, pero obviamente no podía hacer eso por todo el muro, así que solo recurría a ello cuando Omi se acercaba demasiado.
El joven monje cayó más de una vez, quemándose las manos, pero de nuevo echaba mano de su elemento para enfriar las rocas y así poder escalar, aunque le llevaba su tiempo. No entendía como Jack podía escalar tan fácilmente las rocas tan calientes... Si no pensaba en nada rápido, iba a perder ¡Perder! ¡Él! ¡ Perder contra Jack Spicer !
En el último momento cuando Jack tenía la meta a escasos metros de él sintió como le fallaban las fuerzas, aquel duelo era demasiado largo, excesivamente agotador y eso sumado a la resistencia menor del albino le hiciera resbalar por la piedra.
“¡No! ¡No puedo perder” Pensó mientras se aferraba con uñas y dientes al muro. Tenía varios motivos, si caía desde esa altura, saldría gravemente perjudicado, y si fallaba no podría seguir al lado de Chase. Además en ambos casos no podría ayudarle. Las puntas de los dedos comenzaron a sangrarle, estaba aferrándose a aquella roca como si le fuera la vida en ello (y realmente lo hacia).
Gritó con todas sus ganas y voz aguda mientras sacaba fuerzas de algún lugar en su interior y terminaba de trepar el muró. Al llegar al final cayó desplomado en la meta sin saber si había ganado o no. Se había centrado tanto en llegar al final que se había olvidado en darse cuenta de su contrincante le adelantaba o no.
Todo volvió a la normalidad, mientras el pequeño monje se quedaba en shok. Él... Él... Agachó la cabeza, sintiéndose humillado. Para que negalo, nadie tenía a Jack en demasiada estima, y perder contra él sin que encima el pelirrojo hiciera trampas era un duro golpe para el ego de cualquiera. De todos modos, ya se recuperaría. Si algo tenía Omi aparte de la cabeza era el ego.
Jack sonrió feliz, mientras se quedaba tumbado en el suelo con ambos Wu en las manos. Lo había conseguido. Era la primera victoria que obtenía y de no haber estado demasiado exhausto se hubiera burlado de Omi.