1.El reemplazo
El dilema:
Mientras Jack terminaba su nueva máquina maligna, Chase le espiaba por detrás de las partes de sus miles de robots detrás de un anaquel, el genio maligno tenía el cuerpo aceitado y la cara con manchas de grasa debido a su estresante y agotador trabajo, pero del cual se sentía orgulloso, era una chica robot, perfectamente echa al gusto de Jack, de complexión delgada y facciones delicadas, cabello castaño y largo, boca de rubí, ojos grandes y oscuros, prácticamente, una criatura hermosa a la que la nombró Jade, le colocó una tarjeta de emociones y personalidad, la hizo con materiales únicos, con la excusa de que durara para siempre y cumpliera su misión…Serle fiel, que jamás le abandonara como alguien que siempre lo ha venido rechazando, lastimándolo y abandonándolo, hiriendo hasta lo más remoto y profundo de su ser, pisoteando sus sentimientos, destruyendo toda aquella ilusión que él tenía; Jade era perfecto remplazo de aquel, hasta mucho mejor, decía Jack.
Chase observaba con demasiada cautela, suspicaz, resentido de ver como a su preciosa máquina le daba un cariño único, como sonreía al ajustarle cada tuerca, la manera en que acomodaba sus partes, sus suspiros que daba al unir lo que sería su enemiga, adversaria inmortal, rival por la adoración que le alababa su enamorado…
Spicer…Amor…Prometido mío…Fueron las primeras palabras de Jade con una voz candorosa, suave y delicada, como el canto de ruiseñor, que cautivaba más a Jack, mientras le tomaba del mentón para poderle besar esos labios dulces y rojos que lo enloquecía, pero Chase ardía por el odio que sentía en su interior, cerrando los puños con demasiada dureza que se lastimo, pero no le importaba el dolor, lo que quería era destruir a esa infernalidad que le robaba a su amado, no soportó más y decidió irse de ahí, corriendo por aquellos bosques oscuros, densos y profundos, pero había algo extraño en él, brotaba de Chase algo, ¡una lágrima!, cayó bajo el follaje de un roble, donde descargo todo lo que había avistado, sollozando por lo que una vez fue su todo, golpeándose contra el árbol, muriendo del odio, de la amargura, de la desilusión que sentía, destruyendo absolutamente lo que había alrededor, no podía creer que había sido remplazado por una máquina, que lo dejaron por una estúpida de metal, no tiene sentido, se lamentaba Chase…
Mientras Jack acortejaba a lo que ahora es su único y verdadero amor, acariciando su suave piel, rozándole el cuerpo con aquellas manos pálidas manchadas con aceite, no la soltaba por nada, la tomaba de la cintura, le mordía aquellos labios, dándole todo tipo de caricias a Jade, deseándola aún cada vez más, al grado de que partieron a lo que alguna vez fue una sola y triste habitación, pero en ese momento, se escuchó un azote en el recinto donde se yacían los dos, era Chase, decidido a destruir sin piedad a esa escoria de androide infernal …, aborto de autómata malnacida …a ese maniquí que le había arrebatado a Jack, pero era más rápida y astuta Jade, atacando primero a Chase, arrojándolo contra la pared, mientras se recuperaba Jade ya había lanzado el segundo ataque, golpeándolo ahora hacia el suelo, el Guerrero Heylin estaba siendo acabado, pero todo dio un giro rápido, se la pudo quitar de encima con una patada directa en el estómago, pero sin causarle daño alguno a esta, convaleciente miró a Jack hacia los ojos, los dos se miraron fijamente, se podía notar que Jack se sentía mal por lo que había hecho, pero ahora estaba enamorado de Jade, la chica que creó, tal y como quería, los mismos gustos, una personalidad y sentimientos que Jack necesitaba, estaba en un dilema…